jueves, 14 de octubre de 2010

¿Democracia o tecnocracia?

Hoy viendo el programa 59 segundos he recibido una clase valiosa sobre lo que realmente es la política. Julio Anguita uno de los pocos políticos de la vieja escuela que quedan, ha dicho que es lamentable como el discurso de una persona se ve modificado por sus asesores, cuando lo mejor que tiene esta ciencia o arte menoscabado, es que haya pluralidad y debate. Lamentablemente cualquier aparición en público de un político está previamente estudiada para agradar a los votantes.

Mi reflexión de hoy viene acorde con el titulo de esta entrada, que es la siguiente: ¿estamos en una democracia o estamos en una tecnocracia? Si fuera el caso primero los políticos no hablarían para convencer al electorado como si fueran charlatanes de feria, opinarían y darían su visión de como deberían ser las cosas para ir a mejor sin importar lo que la mayoría tuviera en mente, ya que actuaria según sus valores o los que el partido ha suscrito. Pero este no es el caso, las decisiones públicas están siendo tomadas por grupos de asesores y o por los políticos que vemos en la tele, y todo ello se lleva a cabo para convencer al electorado de que vuelva a reelegir el partido político de turno, no tiene por que salir reelegido un presidente, ya que los asesores del partido seguirán siendo los mismos para seguir convenciendo a la masa.

En este caso me hallo ante una disyuntiva, Zapatero toma decisiones que no agradan apenas a nadie, y en cambio sus apariciones en público dice que va a hacer, a pesar que esto suponga romper las filas del partido y dar coba a la oposición para que esta gane puntos. Por ello nos encontramos ante la excepción que confirma la regla.

Aun así como ciudadanos debemos hacernos una simple pregunta, ¿ Haríamos lo mismo que el y pegaríamos tijeretazo en época de crisis a casi todo o nos dedicaríamos a hablar para convencer al electorado para seguir cobrando el sueldo?

La hipocresía política no reside en los políticos, sino en la ciudadanía que los vota, que cuando todo va bien nadie entiende de política, en cambio cuando todo va mal como en estos tiempos, todo el mundo entiende de política y cree saber lo que es correcto para todos los ciudadanos.

Posiblemente se solucionarían mejor los problemas si en vez de criticar a los políticos y dejarlos en ese pedestal solitario. Si les escribiéramos, nos afiliáramos con un partido o simplemente participáramos activamente en la política en nuestro barrio, ciudad, universidad o comunidad de vecinos, las cosas cambiarían. Uno entiende de política cuando hace uso de ella para conseguir unos fines conforme a sus valores y creencias. No entiende de política aquel que se sienta en el sofá a ver la televisión o lee todos los días el periódico, esperando a que se tomen las decisiones adecuadas. Entiende aquel que hace lo posible por que se tomen.

Las estadísticas muestran que la masa no aprueba lo que los políticos hacen, en cambio esa misma mayoría es la que únicamente se acuerda de que existe democracia cada dos o cuatro años.

A pesar de todas estas reflexiones yo he perdido la confianza en la propia democracia y en la política, por que a pesar de haber participado de ella y haber conseguido cosas aunque sean pequeñas, yo mismo soy víctima de haberle dedicado un tiempo precioso con el cual podría haber mejorado mi expediente y ahora estar trabajando. La verdadera democracia es para la gente que lucha a pesar de que sepa que nunca vaya a recibir nada a cambio, ni reconocimiento, ni sueldo, ni agradecimientos. Por que ya lo dice el refrán cuando dices las verdades, pierdes tus amistades.

Un saludo para todos aquellos que aún lucháis por vuestros valores y actuaís según vuestras convicciones.

2 comentarios:

Lledó Ràfols Seder dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lledó Ràfols Seder dijo...

Tendrías toda la razón del mundo si fuera la política la que gobierna el mundo, pero por desgracia los políticos son títeres a merced de los que realmente mandan, que llevan una máscara y se esconden de la opinión pública para que no se sepa de ellos.
No podemos cambiar el mundo a no ser que lo hiciéramos todos a la vez, porque a la mínima que uno intenta hacer algo que no está establecido, le cortan las alas y sino que se lo digan a John Fitzgerald Kennedy y su último discurso. En Youtube se puede ver y a partir de ahí que cada uno saque sus propias conclusiones...